domingo, 27 de febrero de 2011

Se fue, pero ¿volverá?

Y ahí estaba ella, viendo como el peluche con el que había jugado, se iba de su lado.
Y su hermana, esa niña engreída e idiota, con una mirada odiosa, le decía mientras lo cogía que ella lo apreciaría más que su principal dueña. En esos momentos, se daba cuenta de cuanto lo iba a echar de menos. Esas "charlas" o más bien monólogos, porque el peluche no hablaba, contándole sus "problemas". Esos abrazos que la arropaban cuando su madre le reñía y ella solo quería llorar. Esas noches en la que su peluche favorito le protegía de todo.
Pero ahí volvía a estar su hermana y su odiosa mirada. Aquella que le había robado una de sus posesiones más preciadas. Ahora, era la que jugaba con el peluche,y ella, lo único que podía hacer era echarlo de menos, añorarlo...
En esos instantes, se dio cuenta de que, si su peluche volvía a sus manos, nunca más lo dejaría escapar.

Claudia

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